Orazio Sciortino, miembro del clan Carbonaro Dominante, había dejado de formar parte del programa de protección de testigos desde hacía tiempo.
ROMA, Italia.- Las autoridades italianas encontraron en Sicilia el cadáver de Orazio Sciortino, miembro del clan mafioso Carbonaro Dominante y colaborador con la justicia, cuyo testimonio fue clave para desentrañar importantes crímenes como la conocida como “masacre de Vittoria”.
Según la primera inspección forense, Sciortino, de 51 años, fue asesinado la noche del lunes con disparos de fusil en su propiedad agrícola cerca de Vittoria, en Sicilia, donde más tarde la policía encontraría su cuerpo.
El exmafioso había dejado de formar parte del programa de protección de testigos desde hacía tiempo, aunque sus declaraciones permitieron reconstruir episodios violentos de la mafia siciliana, como la “masacre de San Basilio de Vittoria”.
En 1999 cinco personas fueron asesinadas en un bar de carretera por una lucha de poder entre clanes, varios de ellos de la familia Dominante, de la que formaba parte Sciortino, y que ayudó a solucionar el caso, del que solo se supo la verdad en 2013.
El informante fue arrestado hace cuatro meses por varios robos en granjas, algo que los investigadores creen que pudo tener que ver con su muerte, según informan los medios locales.
También en Sicilia los carabineros arrestaron este martes a 11 presuntos mafiosos del clan Farinella, en San Mauro, cerca de Palermo, después de haber interceptado conversaciones telefónicas.
“Porque soy el número uno. Aquí nadie se arrepiente, compadre. San Mauro es el número uno, quiero presumir de eso, San Mauro es Corleone”, se escucha en una grabación.
En las llamadas se escucha cómo extorsionaban a empresarios locales: “Solo para el amigo hay 20.000 euros. Nos hemos puesto a tu disposición, tenemos que razonar como hombres. Hace 30 años que estamos al lado de tu abuelo, de tu tío”.
También confiesan sus métodos violentos: “Le he dado un golpe con la cabeza, le he roto la nariz. No ha dicho nada a nadie”.
El clan de San Mauro ya había sufrido varias detenciones en 2016, aunque después de eso supieron reponerse y extender un amplio dominio sobre la actividad económica de la zona.
Contaban también con una eficiente red de comunicación para coordinarse con los históricos capos mafiosos encarcelados, como el poderoso jefe de la Cosa Nostra (mafia siciliana) Domenico Farinella, quien continuaba dirigiendo las operaciones desde una prisión de máxima seguridad.
EFE